El nuevo informe del Banco Mundial, “Los olvidados, pobreza crónica en América Latina y el Caribe”, analiza de cerca a los pobres crónicos de la región, quiénes son y dónde están, y cómo las políticas y el modo de pensar tendrán que cambiar para poder asistirlos de manera más efectiva.
El estudio trata de responder a la pregunta de quiénes son los pobres crónicos con una nueva metodología para arrojar luz en torno a aquellos que han permanecido siendo pobres en América Latina.
Entre los principales hallazgos del informe se encuentran:
- Uno de cada cinco latinoamericanos vive en situación de pobreza crónica
Hasta el año 2012, uno de cada cinco latinoamericanos ha sido crónicamente pobre desde el 2004, lo que significa más de 130 millones de personas.
- La pobreza crónica tiende a concentrarse geográficamente
La geografía y el contexto caracterizan en gran medida la pobreza crónica.
- La pobreza crónica es un problema que afecta al medio urbano tanto como al rural
La residencia en zonas rurales está asociada a una mayor persistencia de la pobreza. No obstante, pese a que las tasas de pobreza crónica son mucho más elevadas en las áreas rurales, la pobreza crónica es un problema que afecta a los centros urbanos tanto como al medio rural. - El crecimiento económico no ha sido suficiente para sacar a los pobres crónicos de la pobreza
El impresionante crecimiento económico de la década del 2000 no fue de gran ayuda para los pobres crónicos por dos motivos. En primer lugar, los países con las tasas más altas de pobreza crónica fueron los que menos crecieron. Segundo, los hogares crónicamente pobres tienden a ser más pobres que los hogares originalmente pobres que lograron escapar de la pobreza, lo que significa que el crecimiento económico no fue suficiente para sacar a los pobres crónicos de la pobreza. - Los pobres crónicos tienen oportunidades de ingresos limitadas
Los ingresos laborales representaron el factor impulsor más importante detrás de la fuerte reducción de la pobreza registrada entre los años 2004 y 2012. Lamentablemente, al parecer los pobres crónicos enfrentan barreras más serias para ingresar a la fuerza laboral, y dependen relativamente más de ingresos no laborales. Asimismo, son más activos en sectores de baja productividad o de subsistencia.
El estudio “Los olvidados, pobreza crónica en América Latina y el Caribe” hace hincapié en que el contexto desfavorable tiene una fuerte influencia. El lugar donde viven las personas influye en las oportunidades y en los retornos de las dotaciones. Así, se observa una asociación positiva entre las regiones con tasas más elevadas de pobreza crónica y la disponibilidad de servicios.
También enfatiza en la importancia de las instituciones. El tipo y la calidad de las instituciones nacionales y locales tienen un fuerte impacto en el bienestar en general, y en la pobreza crónica en particular. Para los pobres es más fácil escapar de la pobreza si sus voces son escuchadas y tomadas en cuenta. Por consiguiente, los pobres necesitan ser representados por líderes que entiendan los retos y las necesidades que enfrentan. Los gobiernos, los servicios y los programas sociales locales también tienen que estar dotados de empleados públicos calificados, cuyo desempeño facilite la vida de los pobres y no represente obstáculos adicionales.
Consulta y descarga el informe completo del Banco Mundial aquí