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¿Nos pagan igual si tenemos el mismo nivel educativo que ellos?

Michelle terminó sus estudios de educación profesional igual que Rodolfo. Al ingresar al mercado laboral en 2019, a ella le han pagado mensualmente 8 mil 181 pesos, a él 9 mil 697, a pesar de tener el mismo nivel de escolaridad. ¿Esta situación es recurrente entre las trabajadoras mexicanas?

Periódicamente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publica los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), donde se detalla, entre otros datos, el número de mujeres y hombres que se han incorporado al mercado laboral, así como los ingresos percibidos por sexo, sector y nivel de escolaridad. Esta información, muestra un panorama general sobre las condiciones en las que, principalmente, las mujeres se desarrollan en la economía.

Los datos reportados en la encuesta evidencian que, aún con el mismo nivel educativo hay diferencias marcadas entre los ingresos que perciben las mujeres y los hombres. En 2018, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reconoció en su reporte Education at a Glance 2018, que México era uno de los pocos países que había alcanzado la paridad de género en su sistema educativo, especialmente en educación media superior y superior. Sin embargo, estas buenas noticias no se han traducido en mejores condiciones laborales para las mujeres.

Desde 2018 y hasta el primer trimestre de 2020, antes de la repercusión económica por la pandemia en el país, la brecha salarial en los grupos con educación media superior y superior era del 15%. Esto es, por cada 100 pesos que percibía un hombre, una mujer con el mismo nivel de escolaridad solo ganaba 85.

Al hacer una comparación entre el salario de las mujeres que tienen educación superior o media superior y el de los hombres con secundaria completa, se creería que estas son significativamente mayores unas de otras. Sin embargo, el ingreso que percibe una mujer con mayor nivel de escolaridad es apenas 18% mayor que el de un hombre con secundaria completa (8 mil 141 pesos y 6 mil 712 respectivamente).

Es evidente que las mujeres se enfrentan a un mercado laboral que no reconoce su preparación educativa de igual manera que el de los hombres.

Estas diferencias también son notorias entre las mujeres con menor preparación profesional. Como lo muestra la gráfica anterior, la brecha salarial que enfrentan las trabajadoras con secundaria y primaria completa es similar en comparación con aquellas que tienen primaria incompleta, cuya menor diferencia en las percepciones mensuales ha sido del 15% en 2018, en comparación con el 24% que enfrentaron las mujeres con primaria concluida en el primer trimestre de 2019.

En términos de ingresos hay una diferencia tenue por nivel educativo. Una mujer con primaria completa gana mensualmente 698 pesos más que aquella que no la completó, pero 684 pesos menos que una trabajadora con secundaria completa.

Hasta ahora, sin considerar educación media superior y superior, el mejor ingreso reportado para las mujeres con secundaria completa fue de 5 mil 724 pesos durante el primer trimestre de 2020, en contraste con los 7 mil 212 de los hombres con el mismo nivel educativo: una diferencia de mil 488 pesos.

Las diferencias salariales se podrían asociar principalmente con la concentración de las mujeres en los empleos menos remunerados, la disparidad de su participación en ciertos sectores económicos, así como la alta carga de horas que destinan al trabajo no remunerado como el cuidado de los hijos y del hogar.

Asegurar el ingreso, permanencia y avance de las mujeres en la fuerza de trabajo a través de políticas impulsadas al interior de las organizaciones, así como la creación de empleos bien remunerados, permitiría alcanzar su autonomía económica y así, cerrar la brecha salarial para mejorar la competitividad del país.

Publicado por Animal Político
26-11-2020