Opinión

¿Optimismo para 2024?

Para el último año de gobierno del presidente López Obrador, la Secretaría de Hacienda (SHCP) estima un crecimiento de la economía de 3%. El mismo que espera también para 2023. Sepultada quedó la promesa de alcanzar un crecimiento como en la época del “desarrollo estabilizador” con baja inflación y estabilidad cambiaria. Con estos números, queda claro por qué la insistencia en medir otros factores como la felicidad y el bienestar, en lugar de atender las causas del bajo crecimiento.

La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria establece la obligación para el Ejecutivo Federal, a través de la SHCP, de presentar a más tardar el primero de abril un documento que contenga, entre otras cosas, los programas prioritarios de la administración para el siguiente año, así como los escenarios sobre las principales variables macroeconómicas estimadas para el país: crecimiento, inflación, tasa de interés y precio del petróleo ¿Qué tan optimista fue la estimación?

A pesar de considerar que en Estados Unidos (EUA) persiste el riesgo de que ocurra una “recesión suave”, se mantiene el pronóstico de crecimiento. Uno de los argumentos en los cuales descansa esta estimación se refiere a la integración económica entre México y EUA, específicamente en lo referente al proceso de relocalización de las cadenas de valor (nearshoring). Es cierto que México se encuentra en una posición privilegiada para tomar ventaja, pero la simple cercanía no basta para detonar la inversión.

En lo referente a la inflación, la SHCP cambió su estimación para este año al pasar de un 3.2% a un 5%. Mientras que para diciembre de 2024 se espera finalice en 4%, lo cual indica que durante este y el siguiente año, México estará fuera del rango objetivo de 3%. Si bien se prevé una tendencia a la baja, la mala noticia es que lo que empezó como un fenómeno temporal, ya lleva años. El miedo a la inflación no es injustificado, finalmente nos afecta a todos, especialmente a los que menos tienen.

Ligada a la inflación, la tasa de interés se revisó al alza para este año, al pasar de 8.5% a 11.3% y para 2024 la estimó en 8.5%. La subida en tasas de los últimos meses ha ocasionado que se eleve el costo de la deuda en México. El incremento que tuvo apenas en el primer bimestre del año es el más alto observado desde 1991. En este contexto, también se prevé un menor precio del barril de petróleo para 2024: 53.3 USD, siendo que para este año se había contemplado un precio de 68.7 USD por barril. Esto contrasta con la estimación de producción, estimada en este año en 1.8 millones de barriles diarios y 1.9 para 2024. En cualquier caso, por debajo de los 2 millones de barriles diarios.

En cuanto a los programas prioritarios, destaca la previsión de la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores que se estima pase de 339 mil mdp en 2023 a 439 mil mdp para el siguiente. Prácticamente un aumento de 100 mil mdp.

Más allá del optimismo o pesimismo para la economía y las finanzas públicas del país, lo cierto es que el contexto indica que este será un año con presiones importantes en la económica y en las arcas públicas. De poco servirá la disciplina fiscal aplicada durante el inicio de la administración. Los pronósticos para los últimos años del actual gobierno indican que acabaremos con un mayor endeudamiento, una baja recaudación y poco crecimiento.

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan la postura institucional.

Publicado en El Sol de México. 

03-04-2023