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Pintura ampliadora

Hace algún tiempo decidí que el automovilismo urbano no es para mi. Decidí que tengo mejores cosas que hacer que estar atrapado en el tráfico con mi tonelada de fierros con ruedas, junto con los otros tarugos que decidieron hacer lo mismo. Ahora soy un feliz peatón-ciclista-usuario de transporte público-o-taxi, porque luego llueve y no tengo intención tampoco de cachar una pulmonía. Solamente uso el coche para salir de la ciudad una vez por semana, lo cual no puedo evitar por el lugar de residencia de mi familia, mi fobia congénita a las terminales de autobuses foráneos, sus horarios inflexibles y sus empresas cartelizadas que hacen lo que se les da la gana.

La gente luego se trauma de que llego a una comida en un restaurante popis en metro y a pie. No lo entienden, igual que yo no entiendo por qué ellos deciden pasar tanto tiempo en el tráfico. En @imcomx hicimos hace ya algún tiempo este informe sobre la competitividad de las ciudades y hablamos de este tema en el capítulo de transporte. Se los recomiendo.

Algo que me llama poderosamente la atención del automovilismo urbano es la tecnología de los gobiernos mexicanos para acomodar más coches en una vía. Es un concepto revolucionario: el de la pintura ampliadora. Cuando inauguraron el Viaducto Miguel Alemán de la Ciudad de México, por ahí antes de la mitad del siglo pasado, la cosa esa tenía 2 carriles. Hoy tiene 3 y si me apuran, al rato van a prohibir los coches anchos y van a meter 4. La tecnología de ampliación ilusoria de vías también está en el segundo piso del Periférico. Me pregunto si esos puentes están proyectados para un 33% más de peso. Ojalá no ocurra un día una desgracia. Estoy seguro que en el llamado Puente de la Concordia (que es de la discordia entre transportistas de carga y automovilistas), por allá en la Ignacio Zaragoza, en la salida a Puebla, un día va a haber una tragedia. Ese suelo se hunde y los transportistas de carga se suben al puente cada vez que pueden (y que los policías del DF no están supervisando). Al ratito, con el volumen de coches que hay, usarán la pintura ampliadora para meter más flujo vehicular.

Nunca pensé que tan excelsa tecnología fuera utilizada en contra del automóvil y la esclavitud a la que somete a la sociedad. Un grupo de ciudadanos con principios y compromiso de activismo (entre ellos @andreslajous), hicieron algo increíble: la #wikibanqueta. En los puentes de los poetas de Santa Fe, no hay manera que un peatón circule sin peligro a que lo atropellen. Los ciudadanos pintaron una banqueta; la autoridad se las quiso quitar y no se dejaron; y finalmente, les están haciendo caso y es altamente probable que acaben poniendo protecciones ligeras (tipo metrobus) para que circulen los peatones. Aquí les dejo un video donde @albertoserdan, @magdasolis, @tlacoyodefrijol, @bolardoMX y otros están convenciendo al GDF (representado por @RodrigoAtilanoC) de que esto se instrumente.

¿Qué pensaría Carlos Pellicer de ver esos puentes sin alma, donde no puede caminar una ídem? No tienen nada de poético. Peatonizar las ciudades nos humaniza. Nos recuerda por qué las ciudades son importantes como elemento de cohesión social y económica. Nos iguala y a la vez nos enaltece. Pellicer se avergonzaría de que esos ríos de vehículos sin alma lleven su nombre.
En las ciudades mexicanas los peatones somos menos que perros callejeros. En el DF las cosas han mejorado, pero en otras ciudades de plano te avientan el coche. Este desdén por el ciudadano de a pie es algo que los gobiernos no deberían permitir. Es un delito que debería ser intolerable para el estado mexicano y su sociedad, porque ultima a gente pobre, adulta mayor, niños, gente de la calle como tú, como yo. En algún momento de la vida, @arelibiciteka tuitéo (qué buen verbo) que muere más gente atropellada cada año que en la guerra contra el narco. No lo dudo ni tantito.

La acción colectiva en este tema debería ser quitarle el espacio a los coches y los vendedores ambulantes para que todos volvamos a recorrer la ciudad a pie, en bici y en transporte público. Recuperemos el espacio en el que somos ciudadanos. Si lo pensamos bien, no deberíamos permitir el dispendio público en construir más vías para más coches, deberíamos tener una tenencia más alta, los impuestos a las gasolinas deberían ser mayores y el ingreso extra que caería a las arcas públicas debería usarse en transporte público y mejores condiciones para los peatones.

Desde este blog, quisiera rendir un modesto homenaje a los wikiciudadanos que están haciendo la #wikibanqueta. Necesitamos más gente como ustedes