De acuerdo con Santiago Levy, reconocido político y economista mexicano, el mercado laboral tiene fallas profundas que explican los principales problemas económicos y sociales que aquejan a nuestro país.
Durante la presentación del Índice de Competitividad Estatal 2022 del IMCO, el Dr. Levy destacó que, en los últimos 30 años, la fuerza laboral en México se ha distinguido por:
- Sumar cada vez a más trabajadores, especialmente por un creciente número de mujeres que se han unido a la economía remunerada.
- Tener una tasa de desempleo muy baja en comparación con otros países de la región.
- Contar con talento cada vez más preparado, que refleja que la política educativa ha cumplido con su objetivo de elevar el grado de escolaridad.
A pesar de estas fortalezas, algo ha pasado en este mercado que los ingresos laborales han caído. En 2019, un trabajador promedio ganaba menos por hora que en 1990. Esta situación afecta a ambos sexos por igual, pero es mucho más marcada para los trabajadores que cuentan con estudios de bachillerato o licenciatura. Esto implica que el mercado laboral no es capaz de aprovechar el talento que genera el sistema educativo, con lo que incumple uno de sus principales objetivos económicos: ofrecer a los trabajadores empleos congruentes con la escolaridad adquirida y permitir que desarrollen nuevas habilidades durante su carrera laboral.
En el mismo sentido, la informalidad no ha cambiado en los últimos 30 años. Es decir, las políticas que se han implementado en cinco administraciones han sido incapaces de incrementar el número de trabajadores con acceso a beneficios de la seguridad social como servicios de salud, prestaciones, guarderías, licencias de maternidad o pensiones en caso de vejez o accidentes de trabajo. Por eso, este mercado tampoco ha cumplido con su objetivo social.
Desafortunadamente, este panorama no ha cambiado en los primeros tres años de la administración del presidente López Obrador. El ICE 2022 muestra que, en 2021, uno de cada dos trabajadores estaba en la informalidad, seis de cada 10 trabajadores carecían de acceso a instituciones de salud y uno de cada tres trabajadores no contaba con prestaciones como vacaciones con goce de sueldo o aguinaldo. Estos son los promedios nacionales, pero si se visualizan en un mapa, es posible observar que el país está dividido. En los estados del sur es mucho más difícil conseguir un empleo de calidad en comparación con el norte.
Es decir, las políticas económicas y sociales actuales, aunque han tomado un rumbo diferente a las administraciones anteriores, tampoco han logrado corregir las fallas del mercado laboral para generar mayores ingresos y bienestar entre los mexicanos.
¿Qué hacer ante esta situación? Si se quiere reducir la pobreza y la desigualdad en México es necesario atender las fallas que se observan en el mercado laboral. Para ello se deben reducir los costos de la formalidad, dar certidumbre para que llegue más inversión privada y analizar las raíces de la informalidad en cada región con el fin de eliminar barreras para que se generen más empleos de calidad.
El plan debe ser mucho más ambicioso y transformador que solo una colección de transferencias monetarias que resuelvan el problema para unos cuantos de forma momentánea. ¿Cuándo estará México listo para avanzar en este sentido?
Publicado en Expansión.
23-05-2022