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Reflexiones postpandémicas

FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO.COM

El pasado 16 mayo el IMCO presentó la edición más reciente de su Índice de Competitividad Estatal (ICE), cuyos resultados muestran la forma en que las entidades se han rebalanceado tras la pandemia por covid, entre otros, en la actividad económica, el sector salud, la asistencia escolar y el mercado laboral. Los datos utilizados para construir el ICE muestran realidades contrastantes entre diferentes sectores que vale la pena mirar con atención.

Las muestras de recuperación a cuatro años de la pandemia tienen impactos diferenciados sobre la medición de competitividad de los estados. Por un lado, es notorio el incremento en la actividad económica y de indicadores que muestran la forma en que se ha expandido la conectividad y la movilidad de las personas a través del acceso a internet y telefonía de las viviendas, así como en el flujo de pasajeros aéreos. No obstante, no se ha registrado una recuperación al mismo ritmo en diferentes indicadores del sector salud, donde el avance en la esperanza de vida, el personal médico y enfermería, o las camas de hospital disponibles para la población prácticamente no se han modificado, e incluso las cifras de mortalidad infantil han empeorado.

Los signos de recuperación económica son claros: usando el crecimiento promedio de los últimos tres años, prácticamente la totalidad de los estados ha mostrado un crecimiento continuo, lo que a nivel macroeconómico desvanece el impacto que tuvo la pandemia sobre la actividad general. Sin embargo, al cierre de 2023 solo Campeche muestra una tasa negativa.

En esa línea, si tomamos como base los indicadores disponibles a nivel estatal (el Producto Interno Bruto Estatal hasta 2022 y el Indicador Trimestral de Actividad Económica de los Estados para 2023), sabemos que 24 de las 32 entidades del país ya recuperaron el nivel de actividad que tenían en 2019, previo a la pandemia. Sin embargo, ya que la caída en la actividad económica empezó desde la mitad del 2019, vale la pena comparar el nivel al cierre de 2023 con el registrado en 2018. En ese caso, solo en 22 entidades el valor de los bienes y servicios que produce el estado está por encima del de 2018 al cierre de 2023.

Si prestamos mayor atención a las cifras que integran el ICE, los datos muestran que en términos per cápita, esto es, cuando calculamos el promedio del PIB por persona y excluimos el sector minero para controlar el efecto atípico que tiene la extracción de petróleo en algunas entidades, al cierre de 2023 solo 11 entidades del país se han recuperado con respecto a 2019, o 10 si tomamos como referencia el nivel de 2018.

Aunque de manera imperfecta, la medición del PIB por persona nos acerca más a comprender el impacto en el bienestar que han tenido las personas. Al cierre de 2023, sólo uno de cada tres estados han recuperado el PIB que en promedio tenía cada habitante en 2018. Si lo vemos en términos de crecimiento, 22 estados registran una caída en el acumulado de los últimos cinco años, es decir, al comparar 2018 con 2023, la cifra del último año es más baja.

Bajo el mismo horizonte de comparación, al contrastar las cifras de mortalidad infantil por entidad, los datos muestran que, al cierre de 2022, la mortalidad infantil era mayor en los 32 estados con respecto a 2019 y 2018. En promedio, entre 2022 y 2018 mueren 4.6 niños más, lo cual se ha incrementado con respecto a la comparación entre 2022 y 2019 (4 niños por cada mil nacidos vivos). Esto quiere decir que distintos aspectos que inciden para prevenir la muerte temprana de los niños continúan severamente afectados a lo largo y ancho del país.

La necesidad de recursos en salud de las entidades es enorme, como lo muestran otras cifras que implícitamente evalúan su calidad. A saber, la esperanza de vida o el personal de salud y enfermería con respecto a la población, que se han estancado en el periodo entre 2018 y 2022. Las necesidades de recursos en salud son enormes, como son en educación, infraestructura, mercado laboral, innovación y un largo etcétera. Será indispensable que el diseño de políticas públicas a nivel local venga acompañado de un impulso contracíclico desde la perspectiva fiscal, pues al proceso de recuperación aún le queda una brecha significativa por cerrar.

Publicado en Animal Político

30-05-24