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La frontera del empleo
Toda ley que regula el trabajo dibuja una línea que parte a la sociedad en dos grupos: quienes tienen empleo formal y quienes carecen de él. Del lado privilegiado de esa frontera están los trabajadores que gozan de los derechos que otorga la ley. Al otro flanco de esa zanja están las personas en edad de trabajar, pero que las circunstancias las han condenado al desempleo, la informalidad o la migración. Ese límite fronterizo divide a dos países muy distintos, pero que comparten territorio, forma de gobierno, bandera e Himno Nacional. Ambos países se llaman México, pero de un lado los habitantes tienen un ingreso garantizado, acceso a servicios de salud de mejor calidad, más posibilidades de obtener un crédito y un sistema de jubilación. Del otro lado de la zanja, el ingreso es incierto, el acceso a la salud es desigual, el crédito es improbable y no hay pensión para la vejez.