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Sí hay forma de dignificar a la policía

Desde hace poco más de dos décadas México presenta una crisis de seguridad pública. Como consecuencia, la ciudadanía ha perdido la confianza en sus instituciones de procuración y administración de justicia en los distintos órdenes de gobierno. La cotidianeidad de noticias vinculadas a ese problema es evidente y ha motivado que los gobernantes analicen, entre otras soluciones, nuevos modelos policiales, principalmente a nivel estatal y municipal. Esto con el objeto de atender un problema que es cada vez más habitual para la ciudadanía: el riesgo en su seguridad personal y patrimonial.

Actualmente se cuenta con alrededor de mil 800 fuerzas policíacas municipales (32% del total de la policía a nivel nacional). 86% de estas corporaciones cuentan con menos de 100 elementos. A su vez, solo la mitad de ellos cuenta con educación media, un 40% percibe un salario mensual inferior a $4,600 pesos, mientras que menos de 4% percibe un sueldo superior a $12 mil pesos. [1]

Estas capacidades policiales explican en gran medida por qué la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2015 [2] arrojó que 73.2% de la población considera que vivir en su estado es inseguro. Aunado a que 77.9% considera a la Policía de Tránsito como la más corrupta, seguida de la Preventiva Municipal con 66.5%. Es decir, hay un problema de inseguridad vinculado con las competencias de los elementos de seguridad pública del país.

¿Qué opciones se discuten para fortalecer a la policía?

A partir de toda esta evidencia, lo que debe ponerse en el debate es qué soluciones se están discutiendo o implementando.
1. Mando único
Se refiere a la creación de una nueva estructura del sistema policial en el país que busca concretar un modelo centralizado en las entidades federativas. Con esto se eliminarían mil 800 corporaciones municipales concentrándolas en 32 instituciones de seguridad. Así, se homologarían los procesos de selección, ingreso, permanencia, formación, remuneración, régimen disciplinario, protocolos de actuación, operación y equipamiento [3].
2. Competencias delimitadas
Se propone no desaparecer a las policías municipales sino limitarlas a sus funciones originarias de orden y paz pública, a la aplicación de reglamentos y bandos municipales, de tránsito y vialidad (policía de proximidad o comunitaria). La Fuerza Estatal queda encargada de la prevención, reacción e investigación de los delitos del fuero común [4].
3. Competencias mixtas
Contempla una Policía Municipal de orden y paz pública pero de manera ampliada. Además de velar porque se respeten los reglamentos y bandos municipales, de tránsito y vialidad, se complementa con funciones de seguridad pública en su territorio. Esto incluye asistir en la contención de los delitos del fuero común bajo el mando del presidente municipal, pero con apego a protocolos y manuales determinados por las corporaciones estatales [5].
4. Mando estatal
Conformado por un cuerpo de seguridad pública municipal bajo un mando estatal. Dicha corporación tendrá las mismas funciones que en el modelo deCompetencias mixtas. Es decir, la “policía municipal ampliada” operaría bajo protocolos y esquemas de reacción y despliegue siempre definidos por el mando estatal. Sin embargo, el gobernador de la entidad tendrá la facultad de designar y remover libremente al titular del mando municipal, pero tomando en consideración una terna que le haya sido enviada por el titular de ejecutivo municipal [6].

La mejor propuesta

Más allá del modelo policial que se implemente, hay elementos de fondo que será necesario incluir si se busca el éxito en cualquiera de los esquemas. Entre ellos, la instauración de una auténtica carrera de formación policial, salarios y prestaciones dignas para una profesión altamente riesgosa, recursos materiales y tecnológicos, una coordinación eficiente entre los distintos cuerpos policiales del país y mecanismos eficaces de vigilancia y control del actuar de dichos servidores públicos [7].

No se trata solamente de elegir cómo funcionarán o si existirían las policías municipales. Las fallas y retos actuales están estrechamente relacionados con las debilidades en el ejercicio mismo de la profesión. Esto se ve afectado también por las circunstancias específicas de cada entidad y sus contextos de inseguridad.
Uno de los pilares en esta reestructuración debe ser enaltecer el oficio y establecer una justa recompensa a una labor tan delicada, valiosa y sustantiva para la plenitud de un Estado social y democrático de derecho.

Se trata más bien de buscar enaltecer el oficio al establecer una justa recompensa a una labor tan delicada, valiosa y sustantiva para la plenitud de un Estado social y democrático de derecho.


[1] Iniciativa de reforma a diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, presentada por el Ejecutivo Federal el 1 de diciembre de 2014. Recuperado el 8 de enero de 2015.
[2] Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2015 (ENVIPE). Recuperado el 6 de enero de 2015.
[3] Ídem.
[4] Audiencia pública relativa al Mando Único Estatal: Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, de Justicia y de Estudios Legislativos. ¿Cómo transformar a las Policías? Análisis de opciones, estrategias y costos para reformar el mando policial en México. Enero de 2015.
[5] Ídem.
[6] Ídem.
[7] Hacia una nueva Policía, Diagnóstico y Propuesta, Programa Universitario de Derechos Humanos (PUDH-UNAM) 2013.
Publicado por Animal Político
08-06-2016