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2020: llegó el punto de no retorno

Hasta hace unos años, las principales problemáticas globales estaban relacionadas con temas económicos y sociales; sin embargo, esa realidad cambió. Por primera vez en la historia, los riesgos ambientales parecen ser el principal foco de preocupación. Nos estamos acabando el planeta, y el punto de “no retorno” sobre el cambio climático ha llegado en menos tiempo del previsto.

De acuerdo con el Reporte de Riesgos Globales 2020 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), los cinco riesgos más alarmantes a largo plazo serán climas extremos, fracasos en la estrategia para mitigar el cambio climático, pérdida de la biodiversidad, desastres naturales y ambientales causados por el ser humano.

¿Cómo llegamos hasta aquí? Aunque gobiernos, empresas y ciudadanos han adoptado acciones para reducir su huella ecológica, el daño causado por la intervención humana parece ser irreparable. Hasta ahora, las regulaciones y políticas públicas no han reducido de manera considerable el impacto de las actividades económicas. Tan solo la agricultura, la ganadería y la deforestación producen casi una cuarta parte de las emisiones globales en el planeta.

El reporte también indica que la pérdida de flora y fauna, las temperaturas extremas, los incendios a gran escala y los problemas de agua, son deudas históricas que tendrán repercusión en generaciones futuras. Se cree que para 2050, el rendimiento de cultivos disminuirá en muchas regiones del mundo y se agravará debido a la escasez de agua que ya afecta al 25% de la población mundial.

El cambio climático ha intensificado las muertes por desastres naturales y afecta desproporcionadamente a grupos vulnerables. De acuerdo con el WEF, las mujeres y los niños tienen 14 veces más probabilidades de morir que los hombres durante los desastres naturales.

Por otra parte, la extinción de animales y plantas repercute en la expectativa de vida del ser humano. Por ejemplo, el ajolote mexicano es reconocido como uno de los anfibios más importantes del mundo porque podría salvar millones de vidas humanas. Este animal tiene la capacidad única de regenerar extremidades amputadas, así como órganos y tejidos lesionados. Si esta especie desapareciera, la comunidad científica perdería la oportunidad de obtener conocimientos vitales para desarrollar tecnología que permita reparar tejidos o frenar el desarrollo del cáncer.

Estos datos muestran el enfoque y la estrategia que gobiernos y organismos internacionales deben seguir. Una de las recomendaciones más relevantes del WEF es transitar hacia el uso de energías renovables. La Agencia Internacional de Energía Renovable estima que optar por el uso de energías que provienen de fuentes naturales inagotables, haría crecer la economía mundial en un 1% anual hasta 2050, lo que representa una ganancia acumulada de más de 52 billones de dólares.

Para México, esta proyección debería ser determinante en materia energética. El Gobierno debe aprovechar que el 70% del territorio nacional tiene el potencial para instalar paneles solares o hacer uso de la energía hidroeléctrica y, en contraste, debe dejar de apostar por construir una nueva refinería que tiene casi nulas probabilidades de éxito.

A medida que avanza el tiempo, las políticas públicas y los métodos para combatir los problemas evolucionan. Tenemos en nuestras manos la última oportunidad de retardar y disminuir el deterioro del planeta. El día cero ha llegado. Si no actuamos pronto, el mundo que le tocará a las futuras generaciones será mucho más amenazante que el actual.

Publicado por Animal Político
17-01-2020