En un día como hoy, Día de San Valentín, la mayoría de las personas y la mercadotecnia apelan a una concepción romántica del amor: llena de ilusión, ternura y pasión. Sin embargo, el amor no siempre es así e influye en las decisiones que tomamos día a día, incluso en las económicas.
En 2020, la mayoría de las y los mexicanos de 15 años o más (58%) tenían una pareja, ya sea por estar casados o en unión libre. El resto vive sin pareja (42%), principalmente por soltería (30%) seguido de haber perdido una pareja por divorcio, separación o viudez (12%).
La proporción de hombres y mujeres por estado civil difiere muy poco. Por ejemplo, 56% de las mujeres tenían una pareja en 2020, cifra similar a 59% de los hombres. No obstante, la situación conyugal marca diferencias entre sexos cuando se analizan indicadores relacionados con el mercado laboral. A continuación, algunas estadísticas que delinean las brechas que enfrentan las mujeres con pareja:
- Menor acceso a empleos. Solo 24% de las mujeres casadas en edad productiva (entre 15 y 64 años) trabajaban en 2020, en contraste con 84% de los hombres casados de la misma edad, según el último Censo de Población y Vivienda.
- Menores ingresos propios. Del total de mujeres casadas, casi 56% recibió ingresos corrientes en 2020 -incluye salarios, transferencias y remesas-, cifra menor a 81% de las mujeres separadas, divorciadas o viudas, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH).
- Mayor brecha salarial de género. La ENIGH también encontró que por cada 100 pesos que gana un hombre soltero, una mujer soltera gana más de 108. Sí, leyó bien, ¡ellas ganan más! En contraste, por cada 100 pesos que gana un hombre con pareja, una mujer con pareja gana solo 85.
Estas cifras sugieren que el amor -o el desamor- y todo lo que esto conlleva, pueden ser determinantes para que las mujeres alcancen autonomía económica. ¿Por qué sucede esto?
Las mexicanas creemos en la igualdad en casa. En 2016, como parte de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), 7 de cada 10 mujeres mayores de 15 años afirmaron estar de acuerdo en que hombres y mujeres son igual de responsables para llevar dinero a casa y ejecutar las tareas de cuidados. No obstante, en el día a día, el trabajo no remunerado recae principalmente en las mujeres.
Uno podría pensar que esta situación es parte de un equilibrio eficiente al interior de las parejas, de forma en que una persona pueda trabajar de tiempo completo por un mayor ingreso mientras la otra atiende las -infinitas- necesidades de la casa. Lo malo, es que esta realidad deja en una posición vulnerable a las mujeres casadas o unidas que quisieran trabajar de forma remunerada. Además, limita el potencial económico de los hogares y del país al desaprovechar el talento de la mayoría de las mujeres.
Estas cifras son un llamado a una reflexión objetiva y consciente que podría detonar pequeñas acciones que generen grandes cambios.
Lector, si está pensando qué regalarle a su pareja, más que chocolates o flores, le recomiendo adoptar dos o tres tareas en casa. Es importante reconocer que, sin igualdad en el hogar, difícilmente se alcanzará la igualdad en el mercado laboral.
*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad de la autora y no representan la postura institucional.
Publicado en Expansión.
14-02-2022