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Las ciudades mexicanas y su competitividad

El economista Edward Glaeser define a las ciudades como “el mejor invento de la especie humana”. En parte esto se debe a que los habitantes de una urbe conviven con tal proximidad que les permite intercambiar ideas, las cuales se traducen en mayor innovación y productividad. En ese sentido, las ciudades tienen un rol económico y social muy importante. Hoy en día 54% de la población mundial vive en ellas y según el McKinsey Global Institute, en 2025 tan sólo 600 urbes generarán más de 60% del pib global. En México, la tendencia es parecida: poco más de 70 ciudades albergan 62% de la población nacional, generan 76% del pib y concentran 90% de la inversión fija bruta.

Sin embargo, algunas ciudades son más exitosas que otras para aprovechar el potencial que les brinda la concentración de un gran número de personas. ¿Por qué? Si bien no existe una fórmula mágica para contestar esta pregunta, es válido decir que todas las ciudades comparten la posibilidad de atraer a personas talentosas y permitirles generar sinergias entre ellas, así como la oportunidad de convertirse en un destino óptimo para la llegada de nuevas inversiones. No obstante, los retos que enfrenta cada urbe y la forma en la que sus autoridades los manejan pueden incidir en que dichas personas se queden o busquen otro lugar.

Ante este contexto, resulta relevante el Índice de Competitividad Urbana del Instituto Mexicano para la Competitividad (imco), el cual mide la capacidad que tienen las ciudades mexicanas para atraer y retener talento e inversiones. Esto implica que este índice evalúa tanto las capacidades estructurales como las coyunturales que tienen las ciudades para alcanzar dichos objetivos. En la quinta edición (2016), se analizan las 74 ciudades más importantes del país a través de 120 indicadores (con información hasta 2014) divididos en 10 subíndices. Esta herramienta permite identificar las fortalezas y debilidades de cada ciudad, así como hacer una comparación entre las ciudades pares, ya sea por tamaño de población o por región geográfica.

Las ciudades más competitivas del país

El valle de México y San Luis Potosí son las dos ciudades más competitivas del país. Ambas son urbes de más de un millón de habitantes; sin embargo, sus características son muy distintas. El valle de México se distingue por tener una economía estable, aprovechar sus relaciones internacionales y hacer esfuerzos por mejorar el sector transporte. En 2014 fue la ciudad con la economía más diversificada con representación de 918 sectores económicos (el promedio de la muestra fue de 579), lo que redujo su vulnerabilidad ante diferentes choques. Además, el 66% de su pib se generó en sectores cuyo crecimiento promedio de los últimos 20 años estuvo por encima del promedio nacional y registró el mayor mercado hipotecario del país con 30 créditos por cada mil habitantes (contra el promedio de la muestra que fue de 10 créditos por cada mil habitantes). Con respecto a los lazos internacionales, fue la ciudad que entre 2011 y 2014 recibió mayor inversión extranjera directa (ied) con 6 mil 116 dólares per cápita, cifra 3.4 veces mayor que la que recibió Monterrey, la segunda ciudad con mayor ied. Asimismo, fue la octava ciudad con mayor flujo de pasajeros provenientes o con destino al extranjero (34% del total de pasajeros aéreos). Con respecto al sector transporte, fue la urbe con mayor número de líneas de autobús en operación (con 38 contra cuatro que presentó en promedio la muestra), la segunda con mayor número de aerolíneas después de Cancún (con 26) y, a pesar de sus problemas de congestión, la tercera ciudad con mayor inversión en transporte no motorizado, destinando 12.4% del presupuesto de fondos federales a infraestructura peatonal y ciclista.

A pesar de estas fortalezas, el valle de México enfrenta retos considerables principalmente en materia de seguridad y de condiciones laborales. En 2014 fue la ciudad con mayor número de agresiones a periodistas, sumando 77 incidentes (mientras que el promedio de la muestra fue de cuatro), y la tercera ciudad con menor percepción de seguridad: sólo 10% de los habitantes reportan sentirse seguros. Por su parte, 41% de la población ocupada dijo no recibir ingresos (con lo que se ubica en el lugar 70 de la muestra) y 33% trabajó jornadas de más de 48 horas semanales. Esto último, aunado a que 41% de la población hizo más de 30 minutos al trabajo o la escuela (ocupando el último lugar de la muestra), redujo considerablemente el tiempo libre de los habitantes.

San Luis Potosí es una de las pocas ciudades que tuvo un desempeño relativamente alto en todos los subíndices. Una de sus mayores fortalezas radica en su sistema político. Es una de las ciudades en donde se permite la reelección inmediata de alcaldes, más de 50% del cabildo sigue el principio de representación proporcional, los candidatos independientes necesitan firmas equivalentes a 2% de la lista nominal y en la elección federal de 2015 no se anularon casillas. Otra gran fortaleza está en la formación de talento. En 2014 contó con dos universidades dentro del Top 300 de QS, un programa de posgrado certificado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) por cada 10 mil personas de 25 años o más (mientras el promedio de la muestra fue de 0.5), y fue una de las 10 ciudades con mejor rendimiento académico debido a que 40% de los alumnos obtuvo calificaciones buenas y excelentes en la prueba Planea de matemáticas. A pesar de ello, entre 2008 y 2014 la proporción de personas de 25 años o más con educación superior presentó una tasa de crecimiento promedio anual de 2.9%, ubicándose en el lugar 43. Esto implica que la ciudad podría hacer mayores esfuerzos para atraer talento. Asimismo, San Luis Potosí también enfrenta un reto para fomentar la innovación. Aunque en 2014 el 42% del pib de la ciudad se generó en sectores de industria avanzada, fue la cuarta ciudad con menor registro de patentes (1.4 por cada 100 mil pobladores económicamente activos) y una de las 10 con menor cantidad de empresas certificadas con ISO-9000 y 14000 (seis por cada mil empresas).

Vale la pena destacar también la historia de las ciudades que encabezan la lista de los demás grupos poblacionales: Saltillo para las ciudades de 500 mil a un millón de habitantes, Campeche para las de 250 a 500 mil y Guanajuato para las menores a 250 mil. Saltillo es la sexta ciudad más competitiva del país. Su principal fortaleza está en el grado de innovación de los sectores económicos. El 75% del pib de la ciudad se generó en industrias avanzadas, albergó las matrices de ocho empresas que están en el Top 500 de cnn Expansión por cada 10 mil empresas, y 10% de las compañías de la ciudad tienen más de 10 empleados. Este último dato en parte explica por qué Saltillo es la quinta ciudad con el mayor nivel de formalidad (66% de la población ocupada trabaja en el sector formal). Sin embargo, su principal desafío está en mejorar la movilidad de la ciudad: 24% de las personas hizo más de 30 minutos para llegar a la escuela o al trabajo, no contó con un sistema de autobuses de tránsito rápido (brt, por sus siglas en inglés) en operación, y la inversión en infraestructura peatonal y ciclista fue mínima (sólo 0.3% de los fondos federales).

Campeche es la tercera ciudad más competitiva. Sus principales fortalezas están en materia de seguridad: fue la urbe con menor monto reportado en robo de mercancías, la segunda con mayor percepción de seguridad, la tercera con menor tasa de homicidios y la sexta con menor tasa de robo de vehículos. Por el contrario, sus principales obstáculos son económicos. Fue la ciudad que recibió menos ied (con sólo tres dólares per cápita entre 2008 y 2014), una de las seis con menor generación de pib en sectores de innovación y una de las ocho menos productivas (medido esto a través del crecimiento anual de la productividad total de los factores).

Guanajuato es la décima ciudad más competitiva, principalmente por sus indicadores relacionados con innovación: fue la urbe con mayor representación en el Sistema Nacional de Investigadores (sni) y con mayor número de patentes, la tercera con más crecimiento anual de la productividad total de los factores y la quinta con mayor número de empresas con ISO-9000 y 14000. Asimismo, destacó por su oferta cultural: es reconocida como Patrimonio de la humanidad por la unesco, en 2014 fue la ciudad con mayor número de espacios culturales (con cuatro por cada mil habitantes) y la que registró un mayor número de visitas a los museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah). Su principal reto está en evitar la fuga de talento. Entre 2008 y 2014, la proporción de personas de más de 25 años con estudios superiores se redujo un 9%.

Algunas tendencias relevantes

En materia de seguridad las ciudades presentaron avances. Entre 2010 y 2014 el promedio de la tasa de homicidios, el robo de vehículos y el monto en robo de mercancías mostraron una tendencia a la baja. El cambio más drástico se observó en robo de vehículos con una caída de casi 70% al pasar de siete robos por cada mil autos registrados en 2010 a dos en 2014. A pesar de estas mejorías, la percepción de seguridad se deterioró: en 2010, 32% de los habitantes urbanos reportaron sentirse seguros, mientras que en 2014 esta cifra cayó a 29%. En 2014, las ciudades del noroeste tuvieron en promedio las mayores tasas de homicidios y robo de vehículos: 25 homicidios por cada mil habitantes y 4.2 robos por cada mil vehículos registrados. No obstante, también fueron las urbes con mayor percepción de seguridad (33%). Esto gracias a ciudades como Hermosillo (46%), Durango (44%) y las tres de Baja California (43%).

En materia de finanzas públicas destaca que, en promedio, sólo 29% de los ingresos de las ciudades provino de fuentes propias. Sin embargo, es posible observar grandes diferencias entre las urbes. Por ejemplo, para Cancún los ingresos propios ascienden a 59% de los ingresos totales, mientras que en Tapachula son 0%. En promedio, las ciudades del noroeste y aquellas de más de un millón de habitantes son las que presentaron las proporciones más altas de ingresos propios (39% y 36%, respectivamente). Por su parte, las urbes de más de un millón de habitantes presentaron el promedio más alto en el Índice de Información Presupuestal Municipal con 42.7 puntos de los 100 posibles. El promedio más bajo se observó en las ciudades de 500 mil a un millón de habitantes (35 de 100).

¿Y qué se puede hacer con estos datos?

El Índice de Competitividad Urbana pretende generar una sana competencia entre las ciudades con el fin de identificar las mejores prácticas a nivel local en los factores que inciden en la capacidad de las urbes para atraer talento e inversiones. Además, permite desmenuzar la situación de cada ciudad, de modo que arroje luz sobre la toma de decisiones de las autoridades locales. Herramientas como éstas son fundamentales no sólo para los gobiernos, sino también para que la población conozca mucho mejor la problemática de su ciudad y ejerza mejor su voto ahora que tendrá la opción de premiar o castigar a las autoridades en turno.

Publicado por Este País

01-10-2016

1 Fuente: Reporte de las ciudades del mundo 2016, ONU Hábitat, 2016 <http://wcr.unhabitat.org/data/>.

2 <https://imco.org.mx/indices/#!/reeleccion-municipal-y-rendicion-de-cuentas/introduccion>.

3 En 2015, Brookings Institution publicó una lista de los sectores considerados como industria avanzada. Al menos en Estados Unidos estos sectores emplean a 80% de los ingenieros, generan más de 90% de la investigación privada y crean 85% de las patentes. Con base en este estudio se construyó el porcentaje del PIB de la ciudad que proviene de industrias avanzadas como un representante (proxy) del nivel de sofisticación de la economía de la ciudad.