Las decisiones son parte de nuestra cotidianidad, sin embargo, hay algunas que son más importantes que otras, por lo que merecen ser tomadas con más información. La elección de una carrera universitaria y, por lo tanto, de un camino profesional, es una de ellas.
Este dilema es especialmente relevante para las mujeres porque la educación superior representa un trampolín de movilidad social para ellas, esto es la oportunidad de cambiar su situación socioeconómica para mejorar sus ingresos, ocupación y salud. Las mujeres se benefician en mayor medida que los hombres de concluir una carrera universitaria, puede llegar a ganar, en promedio, un 59% más que una mujer que solo terminó el bachillerato, mientras que un hombre mejora su expectativa salarial en 52%.
Las mujeres tienden a percibir la educación superior como una apuesta para un futuro laboral más prometedor y están tomando la decisión de continuar estudiando después del bachillerato. En todo el mundo, entre 1995 y 2018, la matriculación de mujeres en universidades se triplicó. No solo se logró la paridad en las aulas, sino que hoy las mujeres rebasan en número a los hombres. Hoy en México, el 54% de los estudiantes universitarios son mujeres. Sin embargo, hay importantes diferencias entre hombres y mujeres al momento de escoger una profesión.
La OCDE considera que estas diferencias en la elección del campo de estudio entre hombres y mujeres son el principal factor que alimenta la brecha salarial de género entre profesionistas. Mientras que los hombres son más proclives a estudiar ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), carreras que se asocian con mayores ingresos, una mayor proporción de mujeres eligen carreras con expectativas salariales más bajas como la educación, las artes y las humanidades.
En los últimos 10 años, las mujeres han perdido presencia en las áreas de Administración y negocios (-2%), así como en Educación (-3%), mientras que no han logrado incorporarse a áreas vinculadas con STEM.
Entre 2012 y 2022, la elección de carrera de las mujeres mexicanas ha cambiado muy poco, mientras que los hombres cada vez se interesan más por carreras vinculadas a la tecnología. La falta de mujeres en ciertos ámbitos profesionales en muchos casos deriva de la falta de mujeres capacitadas en profesiones relacionadas.
Hay que reconocer que elegir cierto camino profesional no termina con los sesgos de género que existen en el mercado laboral. Las brechas salariales persisten aún en sectores como las TIC o las ingenierías, sin embargo, estas brechas se reducen considerablemente, a la vez que aumenta el nivel de ingresos y mejoran las condiciones laborales.
Las mujeres ya dieron el paso más importante al priorizar la educación superior, el siguiente paso es romper con las barreras que limitan sus opciones de estudio. Las brechas de género en la elección de carreras se generan desde la infancia y se profundizan con el tiempo. Promover el desarrollo de habilidades tecnológicas y matemáticas entre las niñas, así como difundir información sobre el panorama laboral de las carreras podría contribuir a corregir estos sesgos. La elección de camino profesional es tan fundamental que debe llevarse a cabo más allá de los roles de género.
Publicado en La-Lista.
02-11-2022