Ana es trabajadora y madre de familia. Tiene dos hijos pequeños por lo que desde agosto del año pasado las clases virtuales y el cuidado de los niños incrementaron el trabajo dentro del hogar. A raíz de esto, hace algunos meses dejó su empleo, por un lado para realizar estas nuevas actividades y por el otro porque disminuyeron sus ingresos. El balance era insostenible. Ana se siente estresada y angustiada por no saber cómo enfrentar los gastos diarios.
Ana es un caso hipotético, pero podría ser la historia de alguna de las más de 5 millones de mujeres que entre marzo y abril de 2020 dejaron de trabajar a raíz de la pandemia. Para ellas, la pandemia borró los 15 años de avance en igualdad de género en el mercado laboral. En 2020 México retrocedió cuatro puntos porcentuales en la tasa de participación laboral femenina que había avanzado entre 2005 y 2019.
¿Cuáles han sido los principales impactos de la pandemia sobre las mujeres? Para contestar esta pregunta, el IMCO realizó una encuesta con Reforma con el objetivo de obtener información sobre los efectos diferenciados de la pandemia entre las mujeres y los hombres que impactan en las dinámicas laborales y del hogar.
Los resultados muestran que el 21% de las mexicanas que no tiene trabajo lo perdió a raíz de la pandemia. El 22% de estas mujeres declaró que el principal motivo de la pérdida de empleo fue asumir otras responsabilidades, probablemente asociadas a tareas del hogar.
El tiempo que las mujeres dedican a tareas en el hogar o cuidado de los niños, aumenta el riesgo de abandonar sus empleos y dedicar pocas horas a su capacitación y aprendizaje continuo. El 51% de las mujeres no ha buscado trabajo desde el inicio de la pandemia por quedarse al cuidado de los hijos.
Las mujeres que permanecen en el mercado laboral también han enfrentado un panorama difícil. El 20% de las mexicanas que trabajan ha considerado dejar su empleo a raíz de la pandemia. Más aún, el 30% de las trabajadoras percibe una disminución en sus horas laborales y el 47% reportó una disminución de sus ingresos.
Estos problemas económicos y de mayor carga de trabajo no remunerado en las mujeres, también ha afectado el estado anímico de las mexicanas. Más de la mitad de las encuestadas asegura haber sufrido estrés y angustia durante la pandemia. ¿Cuáles son las principales razones? El 35% de ellas confirma que se debe a problemas económicos y el 21% a la ausencia de convivencia social.
La pandemia continúa, no obstante, es necesario generar una estrategia de recuperación económica con perspectiva de género que asegure la incorporación y permanencia de las mujeres en el mercado laboral. El IMCO estima que si México suma a 8.2 millones de mujeres a la economía en los próximos 10 años, el PIB de 2030 puede ser 15% mayor que el de 2020.
Para que esto se logre, es necesaria la participación del sector público, privado y la sociedad. Los padres de familia pueden aprovechar los permisos de paternidad, el sector privado fomentar inversiones que favorezcan el desarrollo del talento femenino y el gobierno crear programas de estancias infantiles que cubran también a los hijos de trabajadoras en el sector informal.
No queremos un caso más como el de Ana. Los beneficios de la participación femenina pueden impulsar el verdadero potencial de México.
Publicado por Animal Político
11-03-2021