El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) presentó los resultados del Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2023, en esta ocasión, hubo estados que mejoraron su posición como Querétaro o Baja California Sur y estados que retrocedieron como Yucatán, Campeche y Colima. Cada entidad tiene una historia que contar. Los resultados del ICE son alarmantes para toda una región del país: los estados del sur que siguen rezagándose respecto al resto del país. Pero ¿qué significa para una persona vivir en Campeche, Chiapas, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Tlaxcala, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán?
De manera frecuente se escucha que hay dos Méxicos: el de los estados del norte y bajío, caracterizado por el desarrollo industrial y económico, y el del sur, señalado por la pobreza de su población y su falta de crecimiento. La administración del presidente López Obrador ha enfocado los esfuerzos del gobierno en esta última región. Hoy se llevan a cabo obras públicas como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Corredor Transístmico para impulsar la conectividad y la inversión. Sin embargo, diferentes indicadores muestran que no son suficientes para reducir la brecha que presenta esta región.
Las diferencias se hacen presentes en distintos aspectos. Algunos ejemplos: en la Ciudad de México 41% de su población cuenta con educación superior o técnica, mientras que en Guerrero únicamente 14% tiene este grado de estudios. Una persona en el estado de Chiapas tiene un ingreso promedio mensual de $5,209 pesos, mientras que en Baja California Sur el ingreso es de $12,934 pesos. La diversidad de sectores económicos presentes en la capital del país es de 941, mientras que en el estado de Campeche es de 638 sectores. La inversión extranjera directa que concentra la región Norte y Centro del país representa 88.9% del total de dólares invertidos en el país, mientras que la región del sur solo recibe 1 de cada 10 dólares (11.1%).
En Tabasco el costo del delito asciende a $3,887 pesos por adulto, mientras que en Coahuila es la mitad. La brecha de ingresos por género en Tlaxcala es de 21.2% frente a 10.3% en Baja California. Dos estados del sur -Campeche y Tlaxcala- no registraron solicitudes de patentes de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). En el caso de Chiapas se registran 0.5 camas en área de hospitalización por cada mil habitantes, en contraste, en la Ciudad de México existe una tasa de 1.7.
Otro dato contundente es que una persona que vive en Guerrero tiene una esperanza de vida de 73.6 años, mientras que una persona que radica en la Ciudad de México aspira a vivir en promedio 76.8 años. Es decir, 3.2 años de vida de diferencia a causa de las diferentes condiciones de desarrollo.
La región sur del país requiere de una atención prioritaria que no se limite a los grandes proyectos de dudosa rentabilidad. Tampoco basta que se otorguen ayudas sociales e incentivos fiscales a las empresas si estas medidas no se acompañan de un respeto al Estado de derecho, conectividad y capital humano capacitado y sano. Los estados sureños necesitan una estrategia para el mediano y largo plazo de proyectos, programas, acciones y políticas públicas que atiendan todas las dimensiones que hacen que un estado o región sean capaces de generar, atraer y retener talento e inversión.
Si queremos que en México el origen de las personas no secuestre su destino, los gobiernos y autoridades de los estados, especialmente los del sur del país, deben invertir en infraestructura y servicios que más impacto tienen en salud pública, educación, transporte, investigación, desarrollo e innovación. El Índice de Competitividad Estatal es la herramienta para diagnosticar e iniciar el diseño de la estrategia.
Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan la postura institucional.
Publicado en El Sol de México.
12-06-2023
