Desde el inicio de esta administración, vimos un aumento importante en el porcentaje de mujeres que encabezaban las secretarías de Estado. De hecho, en 2021 nueve de las 19 secretarías tuvieron liderazgo femenino, la proporción más alta en la historia de México (47%).
Aunque contar con más mujeres al frente de las secretarías de Estado representaba un avance en la participación política femenina, una gran pregunta permanecía: ¿esta igualdad era resultado de una mayor presencia de mujeres en los puestos de liderazgo? Es decir, más allá de la fotografía de gabinete, ¿las mujeres crecieron en toda la estructura laboral?
En 2021, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) tomó una fotografía más amplia, panorámica y bastante nítida, la cual mostró que las mujeres no crecieron en las secretarías de Estado. Su participación al interior de estas instituciones era menor conforme aumentaba el nivel de puesto e ingreso.
Un año después, el Imco presenta un retrato actualizado pero aún poco alentador, ya que la desigualdad de género en los puestos directivos de las secretarías de Estado permanece. Solo 33% de las direcciones generales son ocupadas por mujeres y este porcentaje disminuye a 28% para las jefaturas de unidad, el tercer puesto de mando más alto. La proporción de mujeres en el gabinete parece no favorecer la inclusión en el sector público.
La medición de cada secretaría de Estado muestra diferencias en las brechas de género. Mientras que en la Secretaría de Educación Pública no hay mujeres al frente de las jefaturas de unidad, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social es la institución con el mayor número de mujeres en direcciones generales (45%). En el estudio también es posible ver algunos cambios: en 2021 ninguna de las 18 direcciones generales de la Secretaría de Turismo estaba encabezada por una mujer. Ahora, en 2022, la dirección general de gestión de destinos tiene liderazgo femenino.
Las fotografías de las secretarías de Estado están hechas con los registros de nómina de las instituciones públicas, los cuales permiten medir la proporción de mujeres y hombres por el puesto que ocupan y el ingreso que reciben. El nivel de detalle de los datos de la administración federal no es menor, por un lado muestran las amplias brechas de género, pero a su vez generan evidencia para entender los retos diferenciados en el ascenso y permanencia de las mujeres en los puestos más altos.
Conocer los puestos con menor representación de mujeres es clave para fortalecer acciones que permitan una estructura de gobierno más inclusiva. Desde 2021, los titulares de las secretarías de Estado tienen esta información a su disposición, y hoy cuentan con una actualización, ¿la aprovecharán?
Los datos sí importan, visibilizan las brechas de género y abonan en la construcción de soluciones a problemas públicos. Ojalá los y las titulares de Estado los utilicen para identificar por qué la representación de las mujeres en los puestos directivos aún se pierde. Mientras tanto, tomemos más fotografías, hasta que estas dejen de retratar las mismas brechas de género.
Publicado en La-Lista.
26-10-2022