Estados #ConLupaDeGénero
- El estudio Estados #ConLupaDeGénero revela que en promedio las entidades obtuvieron 43 de 100 puntos en la evaluación de 18 indicadores que miden las condiciones laborales para las mujeres.
- En estados como Colima, la tasa de participación económica femenina es de casi 56%, similar a la de Estados Unidos. Sin embargo, hay entidades como Chiapas, cuya tasa (31%) es similar a la de Turquía.
- El mayor desafío de las entidades está en generar incentivos para mejorar las condiciones laborales para las mujeres: mayores ingresos, una mayor participación de mujeres en puestos de liderazgo y políticas de flexibilidad que sean compatibles con las múltiples responsabilidades que ellas asumen.
- Los gobiernos estatales son catalizadores de cambio para que más mujeres entren, permanezcan y crezcan en el mercado laboral.
En México se desaprovecha el talento de las mujeres. Es por ello que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó los Estados #ConLupaDeGénero 2022 y encontró que las entidades federativas están reprobadas en otorgar condiciones laborales óptimas, y que cada una de ellas vive una realidad distinta. Estas disparidades frenan el potencial económico del país y limitan la autonomía económica de las mujeres.
Estados #ConLupaDeGénero 2022 es una medición que estudia las condiciones que enfrentan las mujeres en las distintas etapas de su trayectoria profesional a través de 18 indicadores comprendidos en tres pilares: entrada, permanencia y crecimiento de las mujeres en el mercado laboral.
Aunque todas las entidades enfrentan grandes retos para garantizar que las mujeres permanezcan en la economía, a nivel general, las entidades con mejor desempeño como la Ciudad de México, Baja California Sur, Baja California, Colima y Nuevo León, tienden a:
- Tener menor desigualdad en el tiempo que las mujeres dedican al trabajo no remunerado: Una mujer que vive en las cinco mejores entidades dedica en promedio 68% más horas a tareas del hogar y de cuidado en comparación con el tiempo que dedica un hombre. A nivel nacional está desigualdad alcanza un 72%.
- Preparar mejor al talento femenino: La mitad de las mujeres de 18 años o más tienen al menos estudios de preparatoria en comparación con 41% a nivel nacional.
- Tener a menos mujeres en la informalidad: 43% de ellas están ocupadas en este sector, en comparación con 55% a nivel nacional.
La entidad y la etapa profesional en las que se encuentra una mujer determinan su participación en el mercado laboral:
- Entrada: La entidad con mejor desempeño en este pilar es Yucatán, seguida de Baja California Sur y Baja California. Estas entidades tienden a tener menor desigualdad en la distribución del trabajo no remunerado.
- Permanencia: Los tres estados con mejor desempeño en este pilar son Nuevo León, CDMX y Aguascalientes. Sin embargo, estas entidades enfrentan retos importantes como una alta brecha salarial, baja cobertura en educación en la primera infancia y un número alto de mujeres con jornadas laborales largas.
- Crecimiento: Las tres entidades con mejor desempeño en este pilar fueron Colima, CDMX y Baja California Sur. Estos estados tienden a tener mayor participación política de mujeres en puestos de liderazgo como en las alcaldías, las presidencias clave de los congresos estatales y titulares en instituciones de los gobiernos estatales.
Las entidades son clave para lograr cambios en la participación de las mujeres en la economía. Por ello, es importante que los gobiernos estatales atiendan el principal desafío que enfrentan todas las entidades: generar incentivos para ofrecer empleos de calidad que permitan a las mujeres continuar en la economía remunerada.
Que más mujeres se sumen a la economía se traduce en beneficios como: autonomía económica para ellas, ahorro y mayores ingresos para los hogares, mayor rentabilidad para las empresas y crecimiento económico para México. Para lograrlo, el IMCO Propone:
- Avanzar hacia la aprobación y asignación de presupuesto para un Sistema Nacional de Cuidados asequible y de calidad.
- Generar incentivos para que las empresas implementen políticas vida-trabajo para sus empleados.
- Desarrollar habilidades en las niñas y mujeres para que mejoren sus oportunidades en el mercado laboral.
- Incentivar la corresponsabilidad de cuidado en la primera infancia a través de permisos de paternidad extendidos.