Investigación

COVID-19: Análisis del plan de reactivación económica del Gobierno federal

Este 5 de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su estrategia para hacer frente a los impactos económicos de la pandemia de COVID-19 en México. El plan de reactivación económica que escuchamos es decepcionante. Las propuestas presentadas serán insuficientes para recuperar el dinamismo económico, proteger los ingresos de las familias y los puestos de trabajo.

Lo que necesitábamos escuchar este domingo era un mensaje de solidaridad del Estado con las familias, las trabajadoras, trabajadores y los pequeños negocios. Sin embargo, escuchamos a un Estado más preocupado por mantener una inflexible política de austeridad, proyectos de infraestructura que no abonarán al rescate económico ni a la recuperación de mediano plazo, y una mal entendida responsabilidad fiscal.

Ante el reto económico global más grande de las últimas décadas, lo que observamos es un Gobierno pequeño. La crisis mundial es de magnitudes extraordinarias y se necesita una respuesta integral de la misma magnitud. No obstante, hasta hoy las propuestas ofrecidas son insuficientes. El presidente desperdició una oportunidad histórica para transitar de un plan de responsabilidad fiscal inflexible a uno de responsabilidad social urgente, de la austeridad a la solidaridad.

¿Qué propuestas presentó el Ejecutivo federal? ¿Es lo que necesita México?

Programas sociales y transferencias monetarias a familias

Lo que se anunció:

  • La profundización marginal de los programas sociales para adultos mayores y estudiantes ya existentes. El incremento de beneficiarios de programas sociales no es equivalente a generación de empleos, por lo que esta es una medida que no apoya directamente a los trabajadores que pierdan sus ingresos y empleo.

Lo que se debería de hacer:

  • Aportar un ingreso básico solidario para trabajadores informales y transferencias directas a todos los padrones de programas sociales federales y estatales. Es la alternativa más útil para hacer frente a la reducción salarial es la inyección directa a las nóminas de las empresas.

Apoyo a trabajadores y pequeños negocios

Lo que se anunció:

  • Se incrementan créditos personales, tandas y préstamos para remodelación de casas. Estos créditos no son productivos, no reactivan los ingresos de las empresas ni otorgan liquidez a los bolsillos de la población desempleada.

Lo que se debería de hacer:

  • Otorgar a los trabajadores transferencias para consumir. Además de atender la vulnerabilidad de los trabajadores de menores ingresos se necesita apoyar a las pymes que les ofrecen empleo. Apoyar a los negocios es también ayudar a las personas que viven de un salario. Estas empresas que representan la mayoría de los negocios en México necesitan estímulos fiscales, impuestos diferidos y reducción de la carga tributaria. Para hacer frente a la falta de entrada de dinero durante la contingencia. No hablamos de condonaciones o rescates de grandes empresas, sino de apoyo al pequeño comercio y a las pymes industriales locales.

Proyectos de inversión de largo plazo

Lo que se anunció:

  • Se mantienen sus proyectos emblemáticos y se amplían recursos para Pemex. Se utilizarán recursos necesarios hoy, en proyectos que darán rendimientos sociales dentro de muchos años.

Lo que se debería de hacer:

  • Suspender al menos temporalmente los proyectos de inversión que no generen beneficios sociales en el corto plazo. Cada peso que se destine hoy a los proyectos de infraestructura como Dos Bocas será un peso que no llegará a los bolsillos de las familias que más lo necesitan. Se requiere acelerar el crecimiento del presupuesto en salud y reactivación económica y pausar los proyectos de inversión de largo plazo. 

Mecanismos de financiamiento

Lo que se anunció:

  • No habrá incrementos en deuda pública para apoyar a familias y negocios. En su lugar se utilizarán los ahorros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y fideicomisos.

Lo que se debería de hacer:

  • Contratar deuda y utilizar la línea de crédito que otorga el FMI por 60 mil millones de dólares. Sin deuda, el plan de reactivación económica es tan pequeño que no detonará crecimiento. La deuda en tiempos de crisis pone recursos para soportar los ingresos, empleos y al sector productivo. Es momento de que el Estado use su acceso al sector financiero para ponerlo al servicio de la población. Si las familias mexicanas tuvieran una tarjeta de crédito la usarían, pero muchas no tienen acceso. 

 

  • México tiene oportunidad de incrementar su deuda sin poner en riesgo la estabilidad macroeconómica. ¿Cuánta deuda se debe contratar? Toda la necesaria, una regla de dedo puede ser incrementarla en lo que se espera que se contraiga la economía. Un incremento de entre 3 y 6 puntos porcentuales es lo mínimo que necesitamos para rescatar la economía. Perú destinará 12% del PIB a apoyos económicos. 

El plan de reactivación económica presentado por el presidente López Obrador es insuficiente. Las familias mexicanas y los pequeños empresarios necesitan y merecen más. En pocas palabras, la propuesta del Gobierno federal es continuar haciendo lo que ya tenía planeado. Ante la crisis económica más seria de las últimas décadas, la decisión del Estado es no implementar medidas extraordinarias. Sin una profundización excepcional de los esfuerzos de política social y tributaria en apoyo de los trabajadores y los pequeños negocios será imposible una recuperación económica de la crisis que viene. Necesitamos un verdadero plan de rescate, no un informe de actividades.