El jueves 20 de marzo los ciudadanos del Valle de México nos fuimos a dormir con la noticia de que la Comisión Ambiental Metropolitana había declarado una precontingencia por exceso de ozono en la ciudad. Para nuestra desgracia, el viernes por la mañana permanecía el anuncio. Pero, ¿por qué es importante este anuncio? ¿A quién le debería de importar?
La respuesta es: a todos los mexicanos, pero sobre todo a los padres de familia, a los maestros, a las mujeres embarazadas, a los adultos mayores y a los deportistas acostumbrados a hacer ejercicio al aire libre. Los impactos de la contaminación son muy variados y van desde irritación de ojos y vías respiratorias o ataques de asma, hasta cáncer de pulmón y afectaciones al sistema nervioso. A nivel anecdótico, diversas autoridades del sector salud señalan que en los días de alta contaminación se envía una alerta a las clínicas y hospitales ante un probable incremento en el número de enfermos por infecciones respiratorias.
La contaminación del aire es un problema gravísimo que no sólo afecta nuestra salud, sino también nuestra economía. A nivel macro, el INEGI ha señalado que éste representa el principal costo ambiental para el país, ubicándose en alrededor de 4 puntos porcentuales del PIB. Pero a nivel personal, también representa costos significativos: los costos de tratamiento de alguna infección respiratoria aguda o una enfermedad cardiovascular asociada a este problema oscila entre 700 y 24,000 pesos, según la gravedad de cada evento. Esto sin contar las medicinas necesarias después de la consulta u hospitalización.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estimó los impactos en salud asociados a la contaminación para las 34 ciudades del país con más de 500 mil habitantes, las cuales por ley deberían estar monitoreando su calidad del aire desde junio 2013. Este estudio arrojó que la contaminación atmosférica impone un costo sobre la sociedad de más de 4 mil millones de pesos, de los cuales 80% se debe a pérdidas en productividad y el resto a gastos en salud. Esto implica pérdidas para todos los sectores: familias, empresas y el propio sector salud.
Fuente: Calculadora de impactos asociados a la contaminación, IMCO. Consulta los resultados de tu ciudad.
Lograr aire limpio en las ciudades mexicanas es una tarea compleja. Por ello, hace un año, nueve organizaciones de la sociedad civil -entre ellas IMCO- convocamos a un diálogo con múltiples actores para encontrar cuáles son las barreras y las acciones necesarias para alcanzar este objetivo. En dicho diálogo participaron más de 100 personas, como representantes del sector público, sector privado, academia, sociedad civil y grupos vulnerables. De este ejercicio surgió el documento “Hacia ciudades saludables y competitivas: Moviéndose por un aire limpio” con una lista de 12 propuestas consensadas.
El punto de partida es la necesidad de tener normas más estrictas, que obliguen a disminuir las emisiones y concentraciones de sustancias tóxicas como ozono, partículas y componentes orgánicos volátiles, entre otros. Además, es fundamental que se desarrollen nuevos instrumentos para reducir las emisiones de los vehículos, ya que éstos son responsables de más del 60% de la generación de contaminantes. Por último, la sociedad debe contar con información actualizada y fácil de digerir, de tal forma que sepa cómo prevenir los estragos de la contaminación.
A un año del surgimiento de estas propuestas, las mismas organizaciones queremos reanudar este esfuerzo, por lo cual estamos convocando al Primer Congreso de Calidad del Aire este 25 y 26 de marzo. En este evento analizaremos los avances logrados en este tiempo, así como aquello que aún hace falta y cuáles son los obstáculos remanentes más importantes. Las conclusiones de este congreso serán fundamentales para conocer el compromiso de nuestras autoridades por lograr verdaderamente ciudades más saludables y productivas.
Para más información sobre el congreso entra aquí.
Publicado por Animal Político
25-03-2014
