El Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) busca identificar y medir las barreras que enfrentan las mujeres para entrar, permanecer y crecer en la economía remunerada. En el marco del Día Internacional de la Mujer, el IMCO se suma a esta conmemoración con datos para nutrir una reflexión informada que permita emprender acciones para mejorar las condiciones laborales para ellas.
La participación de las mujeres en México es baja porque mientras 7 de cada 10 hombres participan en la economía, solo 4 de cada 10 mujeres lo hacen. Además, nuestro país tiene una tasa de participación económica femenina (43.6%) inferior a la del promedio mundial (48.5%) e incluso a la de economías similares a la nuestra como Colombia (50.3%) o Brasil (49.5%).
A pesar de los esfuerzos para sumar a más mujeres a la economía, en México la tasa de participación económica de las mujeres ha oscilado entre 40% y 45% en los últimos 17 años. Si bien el empleo femenino se encuentra en un nivel similar al del periodo prepandemia, las condiciones del empleo recuperado no son óptimas.
Al interior del país, las mujeres también viven realidades distintas. Los estados con mayor participación de mujeres en el mercado laboral son Colima y Baja California Sur, con tasas similares a Estados Unidos (56%) y Finlandia (55%). En contraste, las entidades con menor tasa de participación económica femenina son Chiapas y Veracruz, que tienen tasas similares a la de Turquía (31%) y Bangladesh (36%), respectivamente.
La baja participación de mujeres y la falta de condiciones equitativas en el mercado laboral frenan el potencial económico del país. Por ello, el IMCO estimó los beneficios económicos de sumar a más trabajadoras al mercado laboral y analizó la importancia de mejorar las condiciones laborales de las mujeres para impulsar su entrada, crecimiento y permanencia.
Para 2030, el PIB de México podría ser 15% mayor que el PIB de 2020 si el gobierno y el sector privado implementan acciones para sumar a 8.2 millones de mujeres a la economía.
Sin embargo, las mujeres enfrentan distintas barreras para integrarse y permanecer en la economía remunerada. Uno de ellos es la repartición poco equitativa de las tareas domésticas y de cuidados, ya que reduce el tiempo que tienen disponible para la actividad laboral.
El confinamiento derivó en una mayor demanda de tareas de este tipo, lo cual se refleja en un cambio de cinco puntos porcentuales del valor económico del trabajo no remunerado entre 2019 y 2020, el mayor cambio anual desde 2003.
El IMCO reconoce la importancia de la corresponsabilidad de hombres y mujeres en las tareas domésticas y de cuidado, por lo que comparó las prestaciones que tienen los padres en México con el resto del mundo.
El análisis mostró que en México no hay licencias de paternidad pagadas por el Estado. La ley otorga a los padres trabajadores permisos de 5 días con salario completo por el nacimiento de un bebé. Esta prestación es baja en comparación con otros países como Paraguay o Uruguay, que dan 14 y 13 días respectivamente.
A nivel estatal existe desigualdad en las condiciones que enfrentan las mujeres para entrar, permanecer y crecer en la economía. El IMCO analizó #ConLupaDeGénero la capacidad de los estados, medida a través de 18 indicadores, para atraer, retener y aprovechar el talento de las mujeres.
El mayor desafío de las entidades está en generar incentivos para crear empleos de calidad y mejorar las condiciones laborales para las mujeres: mayores ingresos, una mayor participación de mujeres en puestos de liderazgo, mayor cobertura de cuidados, y políticas de flexibilidad que sean compatibles con las múltiples responsabilidades que ellas asumen.
A excepción de la Ciudad de México y Baja California Sur, todas las entidades reprueban en ofrecer condiciones laborales óptimas para las mujeres. En promedio los estados obtuvieron 43 de 100 puntos en la medición Estados #ConLupaDeGénero 2022.
La desigualdad en la participación femenina también está presente en la elección de carrera y el ámbito profesional. El IMCO encontró que en México, solo 3 de cada 10 profesionistas que eligieron carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, también conocidas como STEM por sus siglas en inglés, son mujeres.
Al llegar al mercado laboral, las mujeres que estudiaron carreras STEM, tienden a ganar más y enfrentan una brecha salarial menor, de 18% en contraste con 22% para profesionistas de otras áreas. A pesar de los beneficios de estudiar estas carreras, solo 13.5% de las mujeres profesionistas son egresadas de carreras STEM.
La baja participación de la mujer en la economía se extiende a los sectores público y privado.
El IMCO aportó evidencia que permite identificar las principales brechas de género por puesto jerárquico y nivel de ingreso dentro de las instituciones del Gobierno Federal, así como las barreras en el acceso y promoción de mujeres a puestos directivos.
Este análisis de 290 instituciones federales, con énfasis en el puesto e ingreso de 168 mil servidores públicos dentro de las secretarías de Estado, concluyó que la presencia de mujeres al interior de estas disminuye conforme se eleva el puesto y el nivel de ingresos.
El IMCO extendió este estudio a los sectores de educación, ciencia y tecnología, e identificó las brechas de género por nivel de puesto e ingreso en 28 instituciones federales de educación y 26 centros de investigación y universidades. Solo 35% de las direcciones generales de educación, ciencia y tecnología cuenta con una mujer al frente y solo 20 de 54 instituciones de educación, ciencia y tecnología son encabezadas por mujeres (37%).
Para analizar la participación de las mujeres en puestos de toma de decisiones dentro de la iniciativa privada es necesaria la transparencia y acceso a la información. Por ello, el IMCO generó evidencia para dimensionar la representación de mujeres en los distintos niveles jerárquicos dentro de las empresas que cotizan acciones en las bolsas de valores mexicanas.
La evidencia muestra que en el sector privado hay pocas mujeres que ocupan puestos de liderazgo y su representación se reduce cuanto más elevado es el cargo. En 2021 de los dos mil 507 consejeros totales que participaron en las empresas listadas en las bolsas, solo 10% fueron mujeres. Este problema también permea en los puestos directivos.
Las mujeres que deciden emprender también enfrentan retos.
El IMCO contribuyó a la mejora del entendimiento del fenómeno del emprendedurismo al realizar un análisis de las características sociodemográficas de las emprendedoras mexicanas, en el que identificó las principales barreras que les impiden dar el salto a la formalidad y consolidar su negocio. Los datos muestran que en México 26% de las trabajadoras son emprendedoras. De este porcentaje, el 82% se encuentra en la informalidad.
La formalidad tiene múltiples beneficios que, en suma, se reflejan en mayores ingresos. Una emprendedora formal gana 2.5 veces más, en promedio, que aquella en la informalidad.
En el Día Internacional de la Mujer es importante reconocer los retos que enfrentan las mujeres en los diferentes ámbitos de la vida pública y privada. Con base en evidencia, el IMCO seguirá impulsando la entrada, la permanencia y el crecimiento de las mujeres en la economía.