Investigación

Diez Pilares de Integridad Empresarial

Una empresa íntegra es una empresa más competitiva. Las buenas prácticas de integridad empresarial son un recurso útil para evaluar y mitigar los riesgos de corrupción que cualquier organización puede enfrentar al realizar actividades comerciales. Atraer nuevos clientes, retener talento y llegar a nuevos mercados son algunos de los beneficios que obtienen las empresas que deciden apostar por la integridad.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), con el apoyo de USAID México, desarrolló los 10 Pilares de Integridad Empresarial, herramientas que abonan a la construcción de empresas resilientes y competitivas. A continuación se resumen los hallazgos y buenas prácticas por pilar. 

LA INTEGRIDAD EMPRESARIAL es la suma de buenas prácticas, herramientas, procesos y estructuras internas que forman un marco común para combatir la corrupción dentro de las empresas. Este pilar introductorio muestra los costos y beneficios de actuar con integridad, así como el rol de las empresas en la lucha contra la corrupción. 

LOS LÍDERES DE LA INTEGRIDAD EMPRESARIAL discute sobre el papel que tiene cada colaborador de la organización en cuanto al tema de integridad, desde las acciones de la dirección hasta las conductas de la base de la estructura organizacional.

  • Una buena práctica que pueden implementar las empresas es crear la figura interna de un comité de ética o un oficial de cumplimiento que traduzca el compromiso anticorrupción en acciones específicas.

La EVALUACIÓN DE RIESGOS DE CORRUPCIÓN (ERC) es un diagnóstico ex ante que permite a las empresas identificar sus amenazas y debilidades que puedan desembocar en actos de corrupción. La ERC permite también estimar la eficacia de los controles internos y tomar mejores decisiones desde el centro de la empresa.

  • La ERC consiste en 5 fases de análisis que van desde lo general a lo particular. Esto es, el análisis del contexto, análisis sectorial, análisis del marco regulatorio, análisis enfocado a la empresa y/o unidades de negocio, y el análisis de procesos internos de alto riesgo de corrupción.

EL CÓDIGO DE ÉTICA es la carta de presentación de la empresa, el documento donde se definen valores y reglas de conducta de las y los colaboradores relacionadas con dilemas éticos en el ámbito laboral.

LA CULTURA DE DENUNCIA se refiere a la posibilidad de alzar la voz de manera interna cuando ocurre una irregularidad, lo cual contribuye a una mayor autorregulación y gestión de riesgos de corrupción por parte de la empresa. La imparcialidad, el debido proceso y la confianza son principios rectores para operar canales de denuncia efectivos.

EL CONTROL DE PAGOS puede ayudar a las empresas a prevenir la corrupción en una de las áreas más vulnerables a estas prácticas: el departamento de pagos o compras. Los pagos que emite una empresa pueden presentar irregularidades y actos de corrupción. Por ejemplo, de acuerdo con el INEGI, en 2020 la agilización de trámites fue la principal causa por la cual se generaron los actos de corrupción con el gobierno (73%).

  • Contar con una base electrónica centralizada de pagos, realizar auditorías internas periódicas, así como evitar el pago en efectivo son algunas medidas para tener un mayor control sobre los recursos de la empresa.

GESTIÓN DE TERCEROS. Las relaciones con terceros como contratistas, proveedores y asesores son parte fundamental de la cadena de suministro de las empresas. Sin embargo, la falta de visibilidad en torno a estos es la principal amenaza en soborno y corrupción para las empresas mexicanas. De acuerdo con el Reporte Global de Integridad 2022, solo 28% de los empleados confían de forma plena en que los terceros de su empresa cumplen las leyes y regulaciones. 

  • Entre las buenas prácticas que puedan adoptar las empresas para tener un mayor control de sus terceros están: estimar el riesgo que implican estas relaciones comerciales, llevar a cabo debidas diligencias y tomar acciones de mitigación como cláusulas anticorrupción al momento de colaborar con terceros.

POLÍTICAS ANTICORRUPCIÓN, OTROS TEMAS IMPERDIBLES. Identificar los conflictos de interés, contar con políticas de cabildeo, gestionar crisis, realizar auditorías y entrenamientos en anticorrupción son otras herramientas para prevenir la corrupción desde el ámbito empresarial. Según sea el contexto de cada organización, estas buenas prácticas se pueden adaptar a las necesidades de cada una.

  • Al 2020, solo 28% de las 500 empresas más grandes de México contaban con una definición adecuada de lo qué es un conflicto de interés.

La TRANSPARENCIA de acciones anticorrupción es uno de los primeros indicadores que permiten evaluar el compromiso de una organización en el combate a la corrupción. A través de ella se busca proveer información pública para mejorar la toma de decisiones, fortalecer las relaciones con grupos de interés y atraer inversión. De acuerdo con el Pacto Mundial, 90% de sus empresas divulgan al menos una política anticorrupción, pero esta cifra es menor entre las que reportan medidas de implementación precisas como capacitaciones (56%) o canales de denuncia (54%).

  • Para mejorar sus niveles de transparencia las empresas pueden divulgar la política anticorrupción y las herramientas clave como el código de ética o los canales de denuncia.

Las INTERACCIONES – PÚBLICO PRIVADAS son los puntos de encuentro entre el gobierno y sector privado para la consolidación y operación de los centros de trabajo, toda vez que estos requieren realizar un trámite o pago, o bien, adquirir un servicio público. 

Aunque las interacciones con el gobierno son fundamentales, también son espacios para actos de corrupción. Al 2020, los trámites con más experiencias de corrupción son aquellos relacionados con seguridad (3,506 por cada 10 mil empresas) y procuración de justicia (479 por cada 10 mil empresas), seguido de los trámites de apertura (366 por cada 10 mil empresas).

  • Es claro que prevenir la corrupción en las interacciones público-privadas es tarea de ambos lados. Sin embargo, las empresas pueden adoptar acciones inmediatas como prohibir los pagos de facilitación, acudir a la información oficial y fidedigna sobre trámites y servicios, así como capacitar a sus empleados. 

Invertir en un marco de integridad robusto, completo y serio es la forma más segura y efectiva de tomar el control en la lucha anticorrupción desde el ámbito empresarial. Por ello, el IMCO Propone:

  1. Desarrollar una política de integridad empresarial con acciones y procesos coordinados y basadas en una lógica de riesgos.
  2. Establecer un comité de ética como órgano interno colegiado que se reúna periódicamente para impulsar la política de integridad de la empresa, evaluar irregularidades y controversias internas, así como sancionar casos específicos.
  3. Realizar Evaluaciones de Riesgos de Corrupción (ERC) de forma periódica y en momentos relevantes de cambio en el entorno organizacional, social o político que afecten la operación de la empresa.
  4. Diseñar un código de ética conforme a los riesgos, capacidades, necesidades y la filosofía empresarial de cada organización.
  5. Mejorar el acceso a canales de denuncia internos a través de múltiples formatos que sean accesibles al perfil organizacional y ocupacional de cada empresa.
  6. Diseñar estrategias de control de pagos basadas en la óptica de riesgos, es decir, identificar aquellas áreas y pagos que representan una mayor vulnerabilidad a actos de corrupción.
  7. Establecer relaciones comerciales con terceros que muestren un compromiso serio en anticorrupción.
  8. Incluir una definición detallada y ejemplos prácticos de conflictos de interés dentro del código de ética.
  9. Transparentar la política anticorrupción y las herramientas clave como el canal de denuncias.
  10. Identificar los puntos de riesgo de corrupción más comunes en las interacciones con gobierno que realiza la empresa.

Descarga las herramientas para que tu empresa u organización desarrolle una política de integridad afín a sus capacidades, características e intereses: Una guía para una política de integridad, la integridad como sello empresarial y la integridad en las relaciones comerciales.